jueves, 15 de marzo de 2007

Congreso vs IFE

Maite Reyes-Retana
Publicado el 31 de enero de 2007 en Milenio Diario

Como si las descalificaciones de AMLO y el PRD no fueran suficientes, el Consejo General del IFE tiene abiertos dos nuevos flancos: uno con los diputados y otro con los senadores.
En el primer caso, la guerra se desató por el recorte de 720 millones de pesos que los diputados decidieron aplicarle al IFE. Según los legisladores, el recorte debía afectar al gasto operativo del instituto, obligando a los consejeros a aplicar medidas de austeridad que incluían la reducción de 10% en sus salarios y acciones para racionalizar gastos en rubros como viajes internacionales, telefonía celular, alimentos de funcionarios de mando, viáticos y costos de arrendamiento, entre otros.
Los diputados le prohibieron además al IFE tocar o reducir el gasto de los partidos en 2007. Es decir que los legisladores dejaron claro que no pretendían compartir la austeridad impuesta al Instituto Federal Electoral.
En respuesta, el instituto ha declarado que tiene listo un proyecto de acuerdo que instruye al consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, y al secretario ejecutivo del Instituto, Manuel Bernal, para que presenten ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una controversia constitucional en contra del decreto de Presupuesto de Egresos 2007.
A través de un comunicado, el instituto electoral explicó que "el decreto aprobado por los legisladores ordena al IFE no afectar los recursos públicos que recibirán los partidos políticos durante el 2007. Sin embargo, la Constitución y la ley electoral establecen que el Instituto tiene autonomía presupuestal y es la autoridad facultada para determinar el monto de los recursos destinados a los partidos políticos".
En el Senado las cosas no le pintan mejor al Dr. Ugalde. Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores priístas, declaró el pasado jueves que promovería, junto con otras fuerzas políticas, “una limpia al interior del IFE” a través de una serie de reformas electorales que le devolvieran la credibilidad y la dignidad al instituto. Un día después, el PRD se sumó a la pretensión del PRI.
Por más que los consejeros electorales declaren que no es tan fácil removerlos y que, para hacerlo, sería necesaria una reforma constitucional, la realidad es que el actual Consejo General del IFE se ha convertido en un conflicto constante.
Enfrentado con el Poder Legislativo, cuestionado por al menos dos partidos políticos, el IFE ha perdido la confianza de sus interlocutores.
¿Vale la pena mantener a los actuales consejeros en estas circunstancias?

mreyesretana@yahoo.com

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